Tiene su verdad


Marcia Tuñón - DIAaDIA

Reza un refrán: “Nadie escarmienta por cabeza ajena”. Y ese dicho es totalmente cierto. Una de las parejas del Chollywood que robó muchas miradas y “flashes”, por su manera tan espontánea de expresar su cariño en público, dejó a más de cuatro impactados ayer, cuando se hizo pública su separación, les hablamos de Pacho Bragin y Micella Rivera.

Pero no todo estaba dicho, ayer Micella contó parte de su verdad, pues ya inició los trámites de divorcio.

Cuenta Micella Rivera que cuando se casó todo era felicidad, a pesar de que la gente le decía que no tenía ni idea de la clase de persona con la que se había casado. En aquel entonces la colombiana hizo caso omiso a los comentarios negativos y con los ojos cerrados dijo “sí” ante Dios.

Tres años después, Micella dice que abrió los ojos y que se dio cuenta de que su esposo Pacho no es lo que aparenta y que nadie escarmienta por cabeza ajena. “Ese dicho lo viví en carne propia. Es impresionante como después de un año, vino a despertar ese ogro que vive dentro de él”, confesó muy dolida.

Micella seguía diciendo: “Yo me casé muy ilusionada, nunca pensé que él fuera así. Fui una buena esposa, pero he vivido un infierno desde hace un año, pero aguanté porque para mí es muy sagrado el matrimonio religioso, nunca me había casado por la iglesia por eso mismo, respeto mucho la religión”, aseguró.

Micella dejó claro que ella es una persona muy cristiana, pero que era horrible vivir con un hombre que se levantaba de malhumor, que no asiste a la iglesia y que a todo malcedía, dijo.

“Yo lo intenté por el núcleo familiar, por respeto a Dios. Apenas me fui de la casa el viernes, me tocó poner a la venta mi local, mi casa la vendí, son tantas cosas, de las que sé que Dios me ayudará a salir adelante. Por ahora, viajaré unos días a Miami, regresaré, pues soy una mujer trabajadora que siempre me he costeado todas mis cosas, puedo gritarle al mundo que todo lo que tengo es mío a punto de sacrificios y esfuerzos”, puntualizó.

La colombiana asegura que los celos no fueron la causa de su separación, pues ella siempre fue una esposa ejemplar. Tantas cosas le han pasado, que Micella piensa escribir un libro de sus vivencias. Concluyó diciendo: “Las cosas no son como parecen. Esto solo demuestra que uno nunca significó nada”.

Reaccionó Pacho

“Ante todo soy un caballero, no he maltratado a nadie”, dijo Pacho al tanto que repetía y repetía que era un caballero y que prefería no dar más detalles.

 
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