M�S QUE PALABRAS

El karma de los diablos rojos


Milagros Murillo

Por cosas de la vida, en la tarde del lunes me toc� tomar un bus diablo rojo para adelantarme en mi regreso al trabajo: creo que esa fue la peor decisi�n que tom�.

El estr�s empez� cuando en el �nico puesto vac�o que encontr� estaba sentado un joven que estaba aferrado en los brazos de Morfeo y, ni porque le di palmadas en el brazo, la pierna y la mano, se despert�. A la primera oportunidad que tuve, me cambi� de puesto.

Luego se subi� otra joven a quien le pas� lo mismo que a m�, tambi�n se dio por vencida, pues el �bello durmiente� nada que se despertaba. �Bueno, por lo menos, se ve que est� vivo, porque est� respirando�, adujo una pasajera.

�C�mo la gente puede dormirse as� tan profundamente en un bus?, me preguntaba, sobre todo, porque llevaba m�sica un tanto alta y las ventanas traqueaban haciendo un gran ruido.

Pero cuando estaba al extremo de la desesperaci�n, lo peor estaba por venir. De repente, el conductor se estaciona afuera de una parada donde estaban otros buses y tres personas intentaron abordarlo, pero en el intento, una se�ora fue atropellada.

Me toc� ver todo, pegu� un grito y me tap� el rostro, luego de ver c�mo la llanta pas� sobre el brazo de la pobre mujer, quien por lo menos logr� moverse y evitar que la llanta pasara sobre su cabeza.

Llam� al 911, pero obviamente cubr� el evento. Admito que todo me temblaba, prueba son las fotos mal�simas que tom�, por suerte tom� muchas y algunas se rescataron.

Con esto, me puse a pensar lo que pasan los paname�os en las calles, c�mo las vidas pueden quedar en manos de conductores irresponsables.

Por fortuna, la se�ora vivi�, ella corri� con la suerte que no tuvieron otros.

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