Impera un mortal silencio, y eso les incomoda.
Vidalia Quiróz, vocera de los funcionarios de la ARI, que posiblemente sean despedidos el 31 de agosto, indicó que los afectados y la Junta Directiva de la ARI enviaron varias notas al Contralor Alvin Weeden; sin embargo, éste se quedó mudo, mientras que ellos están desesperados y piden que sus contratos sean renovados hasta el 31 de diciembre de 2004.
Comentó que el viernes marcharán hacia la Presidencia de la República, y si esta marcha no surte efectos, los 603 funcionarios que quedarán cesantes se irán a una huelga de brazos caídos y dejarán de atender a todos los usuarios, causando un efecto negativo para Panamá, especialmente en el sector de turismo, del cual se habla con tanto orgullo. Señaló que no es posible que después que han luchado por la reversión del Canal, queden cesantes de sus labores. Concluyó diciendo que esto será un crimen a la patria.
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