Siente que el fútbol nació con él y por eso lo lleva en sus entrañas.
Erick Abel Sing Sobers es un joven de tan sólo 16 años, residente en el popular barrio de El Chorrillo, quien ve en este deporte una oportunidad para forjarse un mejor futuro.
Mucho antes de que la Selección de Panamá lograra lo que hizo en la Copa de Oro, el juvenil volante dijo a DIAaDIA que se ha fijado el objetivo de aprovechar ese interés y amor que siente por el fútbol para mejorar su carente situación económica, ayudar a sus padres y, de paso, salir del peligroso barrio donde actualmente habita.
Y es que según Erick, la vida en este sector resulta sumamente difícil porque aunque también hay personas buenas y se practica mucho deporte, también predomina la "gente lisa" que suele dedicarse a buscar y crear problemas y a diario se suscitan balaceras que ponen en peligro la vida de los habitantes.
"Me gusta el área porque se practica mucho fútbol, pero la violencia no hay quien la pare, siempre va a estar presente y nunca se sabe cuándo lo tocará una bala", expresó con un tono de tristeza y preocupación el muchacho.
El joven futbolista dijo que "gracias a Dios" hasta el momento su familia no se ha visto afectada directamente por este tipo de situaciones; sin embargo, no pueden evitar vivir un estado de incertidumbre por el ambiente que los rodea.
CON METAS
Erick se considera un joven diferente al montón, no quiere dañar su pequeña carrera futbolística y, al contrario, desea alcanzar más.
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