Un pequeño susto se dio ayer en la delegación panameña. Todo era a raíz de que a Irving Saladino, se le presentó un cuadro de resfriado y se temía que el número uno del mundo en salto de longitud, no compitiera en la final de la disciplina.

La calma llegó cuando de la voz del mismo atleta, se supo que ni el resfriado le detendría su camino hacia la medalla de oro.

"Estoy bien. Sólo es un cuadro de fiebre, pero me siento bien", dijo Saladino, directamente de Cartagena, Colombia.

El panameño, quien competirá hoy por la medalla de oro en el salto largo, aseguró que tiene en su mente la victoria y sólo piensa en ganar esa medalla para todo el pueblo panameño.

"No he podido tomar nada, porque hay que cuidarse del doping", agregó.

NO CREE EN NADIE

Con respecto a sus rivales, Saladino dijo que los respeta mucho, pero él saldrá a derrotarlos a todos.

"Pedroso es mi ídolo y saldré a derrotarlo a como dé lugar, porque el deporte es para derrotarse a uno mismo y superar las marcas", aseveró.

Ser el número uno del mundo, no ha cambiado en nada a este joven humilde de Colón.

"No me siento una estrella, ser número uno es una cosa grande, pero lo mío es trabajar duro, lo demás llegará solo", concluyó.