¡Cese al fuego! Esa fue una de las consignas que gritaban los libaneses que participaron ayer en la manifestación pacífica, desde la entrada de Ciudad del Saber en Clayton, hasta la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre esa multitud estaba la joven Amal Darwich, quien fue al Líbano a visitar a sus abuelos, pero tuvo que regresar el pasado lunes sin poder despedirse de sus seres queridos, pues los bombardeos así se lo exigieron.
Dijo que hace un mes, cuando llegó a Líbano lo vio bello, pacifista y lo abandonó en un caos completo, por lo que exigió justicia y cese a la violencia. Esta libanesa, residente en Panamá, tenía pensado quedarse un mes más de vacaciones, pero no pudo. En tanto, Faosi Hachem, cónsul de Líbano en Colón, solicitó ayuda humanitaria a la Cruz Roja Internacional y dijo que se consiguió a través de la ONU la apertura del Aeropuerto Internacional de Beirut.
APOYO
En esta manifestación, hubo apoyo de algunos panameños que se identificaron con esta causa.
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