Tradicionalmente, quienes forman los grupos y danzas de diablicos sucios son varones, pero esta tradición ha sido cambiada por el grupo Juan Bosco Batista, de Llano Bonito de Chitré.

En el año 2000, se incorporaron las niñas por iniciativa de ellas mismas, para ver el desenvolvimiento que tenían, ya que antes sólo se disfrazaban y no bailaban.

Las niñas no han tenido ninguna dificultad, se desenvuelven tranquilamente, acompañadas de la guitarra española y las castañuelas, que van al compás del instrumento de cuerda.

Esta danza mantiene sus orígenes del español con el indígena de Panamá, en donde el color negro significa las cenizas; el rojo, la candela; el plumaje el burrión, y la máscara, la cara de este ser.