Cuando se quiere, se pueden lograr las metas. Esta es la forma de pensar de Elida de Ábrego, que por 20 años se ha dedicado al negocio de la belleza.
Al principio no fue fácil. Tenía que ver cómo intentaba aprender rápido todos los trucos de belleza, pues su "meta cada día es ser mejor".
Elida contó que en 1987 inició con el corte de cabello, trabajando para una señora en la capital. Allí duro cinco años; después logró ahorrar y alquiló un local en el área de Burunga. A inicios del 2007, con el apoyo de su esposo y familiares, adquiririó un lote en donde construyó un salón de belleza "Oderay".
SUS CLIENTES
Estando allí fuimos testigos de lo conforme que están sus clientes. La cordialidad y humildad que caracterizan a Elida hace agradable la espera. Siempre con una sonrisa y con manos suaves realiza su trabajo, ya sea para el primer o último cliente de la faena. Y es que jamás dice no al trabajo. En pocas ocasiones ha tomado vacaciones, incluso cuando está en su día libre, llegan a su casa los clientes para ver si los puede atender, respuesta que siempre es una afirmación, porque se debe a ellos.
PERSEVERAR
Existen momentos en que el cansancio la agobia, pero le pone ganas al trabajo.
Hay días buenos, como malos, pero con la ayuda de Dios siempre logra sacar el dinero para la cuenta del salón.
SERVICIOS
La clave de mantener a sus clientes es primero que todo, la amabilidad. Además que ofrece precios accesibles, ya que comprende que la situación económica no está bien.
MENSAJE
La perseverancia es lo primordial a la hora de lograr nuestras metas, dice Elida.
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