
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDE?
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDE?
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDE?
La directora del plantel enseñaba las actividades del vivero.
Los estudiantes explicaron el proceso de siembra y cosecha de las guayabas.
Fue la fundadora del huerto escolar.
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDEÑO
La directora del plantel enseñaba las actividades del vivero.
Los estudiantes explicaron el proceso de siembra y cosecha de las guayabas.
Fue la fundadora del huerto escolar.
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDEÑO
La directora del plantel enseñaba las actividades del vivero.
Los estudiantes explicaron el proceso de siembra y cosecha de las guayabas.
Fue la fundadora del huerto escolar.
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDEÑO
La directora del plantel enseñaba las actividades del vivero.
Los estudiantes explicaron el proceso de siembra y cosecha de las guayabas.
Fue la fundadora del huerto escolar.
Los niños estaban felices con la visita y los regalitos.
Fotos: LEYNIS CEDEÑO
La directora del plantel enseñaba las actividades del vivero.
Los estudiantes explicaron el proceso de siembra y cosecha de las guayabas.
Fue la fundadora del huerto escolar.
Un día diferente. Una mañana divertida, llena de sorpresas y sonrisas fue lo que vivieron los niños cooperativistas de la Escuela Majara del Lídice de Capira.
Esta comunidad educativa tiene un huerto donde se puede encontrar de todo un poco, desde plantas ornamentales, naranjas, plátanos, iguanas y hasta ovejas, entre otros productos que cosechan y con los que se alimentan los docentes, estudiantes y padres de familia.
Esta idea surgió luego de que la directora Isabel Medina llegara a este centro educativo y se diera cuenta de que contaban con suficiente terreno para sembrar.
Desde ese momento empezaron la tarea, pero de una manera desordenada. Más tarde, con el pasar de los años esto ha cambiado.
Frente a esta iniciativa, el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (Ipacoop) le dio un capital semilla, que fue invertido en bienestar de su producción, para mejorar la condición de vida de ellos y sus familias.
Esto ha logrado que los niños participen aprendiendo la importancia del trabajo en equipo, de la solidaridad, de entender que la mujer y el hombre pueden participar en igualdad de condiciones. Todo esto lo enseña el cooperativismo.
DIAaDIA fue testigo del amor y pasión que estudiantes y maestros les dedican a este huerto, que para ellos simboliza su carta de presentación.
Ayer, el Ipacoop recorrió esta cooperativa juvenil que tiene como objetivo mantener la producción de este huerto escolar, durante todo el año, pues cuando no están sembrando, están cosechando y nadie hurta nada.