Humildad, el arma secreta

Siempre he dicho que la humildad abre puertas, y es ella el reflejo de nuestra alma y de qui�nes somos en realidad.

Al leer una de las tantas cadenas que se reciben en los famosos �Blackberry�, me di cuenta de que en nuestro entorno hay a diario personas como las mencionadas en el chiste.

Comparto la cadena con ustedes: Se trata de un abogado vanidoso que instalaba su oficina de bufete. El reci�n graduado -muy vanidoso- estaba contento de su triunfo, aunque no hab�a atendido ning�n cliente todav�a. Pero su vanidad era tanta que mientras ordenaba su escritorio, divis� que una persona entraba al despacho y tom� el aparato telef�nico y comenz� a hablar con unos "clientes en Nueva York, y de unos viajes que deb�a hacer por trabajo".

Luego de cerrar el aparato, se dirige a la persona que hab�a llegado y le pregunta qu� deseaba, y �sta le contesta: "Vengo a instalarle su l�nea de tel�fono...".

En el momento me dio mucha risa, ya que el joven abogado por querer figurar qued�, como decimos en buen paname�o, "pasando su pena", porque ni siquiera ten�a tel�fono, por ende no hablaba con nadie, pero lo que quer�a era aparentar y qued� como un mentiroso.

Entonces son estas las situaciones que siempre debemos evitar en la vida, ya que solo a nosotros mismos nos enga�amos. Hay que disfrutar lo que logramos poco a poco, eso es m�s apreciado que decir que tenemos y tenemos y no es as�.

Cuando se es humilde, todo el mundo te saluda, todos quieren compartir contigo, todos te aprecian y te admiran; en cambio cuando es todo lo contrario, nadie te quiere, nadie te estima y peor a�n, nadie quiere estar contigo...

Ustedes deciden c�mo quieren vivir la vida: rodeados de cari�o y alegr�a... o infelices. Recuerden que en un ata�d o una cripta solo cabe una persona, m�s nada...