
El abogado Perry Sanders Jr. escribió: “Me complace reportar que se encuentra bien y que se rio del ampliamente publicitado reporte de que había sufrido un ataque de apoplejía”.
El juez del Tribunal Superior Mitchell Beckloff dijo que no había indicios de que la abuela de 82 años haya hecho algo malo, y que probablemente le devolvería la tutela a su regreso.