Hubo un momento cuando creías que la tristeza sería eterna; pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.

Hubo un momento cuando dejaste de creer en el amor y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.

Hubo un momento cuando la amistad parecía no existir, y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar en los mejores y en los peores momentos.

Hubo un momento en el que estabas seguro de que la comunicación con alguien se había perdido, y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa y te dejó una carta de esa persona.

Hubo un momento cuando una pelea prometía ser eterna, y sin ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.

Hubo un momento cuando un examen parecía imposible de pasar, y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera. Hubo un momento cuando dudaste de encontrar un buen trabajo, y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo, y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento cuando creíste que nadie podía comprenderte, y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, no olvides que aún habrá momentos en los que lo imposible se torneará en un sueño hecho realidad.

Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño que se convierte en una hermosa realidad.