Más vigilancia. Una estación de policía permanente y equipada es lo que necesita Barraza y El Chorrillo.
Residentes argumentan que la enfermedad social los está acabando. La acción de las pandillas es como un cáncer, que por el momento no cuenta con tratamiento.
Lamentan que la Policía tomara la decisión de cerrar la subestación hace más de 2 años.
Por esto, solicitan que al menos aumenten las rondas policiales, en el caso que no cuenten con los agentes para reabrirla.
Otro problema que los agobia es el sistema de alcantarillado, que ya colapsó y el flujo de aguas negras ahoga a los 25 mil residentes del sector, provocando enfermedades.
Hoy, los residentes de Barraza recibirán atención médica gratuita.
|