Va en serio. Con apenas 24 horas de haber bajado del avión, David Rosario se puso sus pantalones cortos, su suéter azul con sus zapatillas Reebok, se fue a la Arena Roberto Durán, y con silbato en mano, el estratega puertorriqueño comenzó su nuevo reto en el baloncesto, esta vez como entrenador de Panamá.

Rosario inició su primer contacto con los jugadores haciendo un cónclave en el que le transmitió cuáles eran sus intenciones; el boricua ya tenía referencia sobre ellos, porque desde hace unos años sigue sus respectivas carreras y el motivo de esas pesquisas fueron porque desde un tiempo lo habían tentado para que ocupara el puesto.

La primera práctica con el boricua estuvo marcada por cada una de sus exigencias en defensa, en velocidad, en estar avispado. Insistió en la comunicación, en el ataque fue especialmente enfático y estadístico: "Hay que concretar el 80 por ciento de los rompimientos rápidos que tengamos para ganar". La práctica estuvo sellada por el calor, debido a la falta de ventilación en el "nuevo" gimnasio.

Los susurros de su voz se escapaban del rectángulo de juego, mezclados con el eco y el particular sonido de las zapatillas al deslizarse sobre el tabloncillo y estos transmitían al gimnasio las peticiones del entrenador.

Y entre petición y petición, dejó entrever sus preferencias: mejor un tiro desde la línea de libres a dar dos puntos, entonces se entiende que no hay que regalar nada y el rival tendrá que emplearse a fondo para ganar... también apeló al intelecto: yo doy los ejercicios, pero ustedes también tienen que tener claro qué van a hacer antes de cada jugada", les dijo.

Fueron cerca de dos horas de prácticas en las que participaron 15 jugadores, quienes durante ese tiempo no mostraron displicencia, escucharon y trataron de aplicar los consejos, que en esta primera práctica fueron colectivos.

TORNEO

Panamá participará en el Campeonato Centroamericano de Baloncesto 2009, que se celebrará en México, en agosto.