Algo genealógico. La señora Alma y su hermano Luis Aguirre vivieron desde sus primeros años de vida entre las artesanías y zapatos autóctonos.
Su padre, de nacionalidad colombiana, los trajo desde la ciudad de Santiago hace unos 43 años en busca de un mejor futuro. A la labor que se dedicó en la ciudad fue a la zapatería, en el negocio que comúnmente la gente conocía como "La zapatería del Paisa", en El Marañón. "Allí aprendimos todo lo relacionado a las artesanías, y ya cuando tenía doce años sabía hacer costuras", dijo la señora Aguirre.
Hoy, los hermanos Luis y Alma laboran juntos en la "Zapatería y artesanía Los Andes", un local que la hija de la señora Alma abrió y en la que todos sus familiares participan. "Aquí trabajo como administradora, mi hermano se encarga de realizar las reparaciones de zapatos y está mi sobrino", dijo la señora Alma.
PUEDE ENCONTRAR DE TODO
Los productos y servicios de "Zapatería y artesanía Los Andes", ubicado frente al centro comercial Los Andes, son heterogéneos.
Allí usted podrá encontrar desde sandalias, babuchas, cutarras, correas, sombreros, polleras y botas; además reparan zapatos y venden artesanías. "Son productos hechos con materiales de calidad, nacionales, y que le durarán", acotó la señora Alma.
Alma: "Lo moderno está opacando lo autóctono"
Nuestra entrevistada dijo: "Lastimosamente, ya el panameño no se interesa tanto por comprar lo autóctono; como productos que se hace el mismo panameño y que son de buena calidad, sino que nos hemos acostumbrado a adquirir las manufacturaciones extranjeras".
EL NEGOCIO NO ES EL MISMO
Según la señora Alma, el alza del costo de la vida también ha perjudicado el negocio de las artesanías, ya que materiales primos que hace unos cinco años costaban B/5.00, hoy el precio se ha duplicado.
"Antes, podíamos vender las sandalias hasta en B/1.75, (el par) sin embargo, ahora el precio mínimo ronda los B/5.00".
MENSAJE...
"Es importante que no olvidemos nuestras raíces y conservemos nuestras artículos autóctonos".