HISTORIA
Pieza faltante

Redacción | DIAaDIA

Narra la historia de una rueda a la que le faltaba un pedazo, y ella quería estar completa, sin que le faltara nada, así que se fue a buscar la pieza que había perdido.

Mientras encontraba la pieza perdida, reparó en las bellas flores que había en el camino; charló con los gusanos y disfrutó de los rayos del sol. Un día halló una pieza que le venía perfectamente. Entonces, se puso muy contenta, pues ya estaba completa, sin que nada le faltara. Se colocó el fragmento en el cuerpo y empezó a rodar. Volvió a ser una rueda perfecta que podía rodar con mucha rapidez, tan rápidamente, que no veía las flores ni charlaba con los gusanos. Cuando se dio cuenta de lo diferente que parecía el mundo cuando rodaba tan aprisa, se detuvo, dejó en la orilla del camino el pedazo que había encontrado y se alejó rodando lentamente.

La moraleja de este cuento es que, por alguna razón, nos sentimos más completos cuando nos falta algo. El hombre que lo tiene todo es un hombre pobre en ciertos aspectos: nunca sabrá qué se siente anhelar, tener esperanzas, nutrir el alma con el sueño de algo mejor; ni tampoco conocerá la experiencia de recibir de alguien que lo ama, lo que siempre había deseado y no tenía.

Cuando aceptemos que la imperfección es parte de la condición humana y sigamos rodando por la vida sin renunciar a disfrutarla, habremos alcanzado una integridad a la que otros sólo aspiran. Eso, es lo que Dios pide: no que seamos perfectos ni que nunca cometamos errores.

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