En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero hay una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿Cuál de ellos debe ser nuestro Rey?
Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, decidieron que los tres iban a escalar la Montaña Difícil ( la más alta de la selva). El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.
El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.
Como los tres fueron derrotados, se preguntaron cómo elegirían un rey.
En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: ¡Yo sé quién debe ser el rey! Mientras volaba los vi cuando volvían derrotados y escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.
El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.
La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió. Él es el rey de sí mismo, y está preparado para ser rey de los demás.
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