En el comedor infantil "Dejad que los niños vengan a mí" de El Progreso en Torrijos Carter, literalmente se respiraba alegría. Es que sus paredes, hechas de viejas maderas que ya ceden ante los efectos del tiempo, empezaban a ser reemplazadas por unas de bloques y cemento. También porque en la cocina ya no habrá preocupación, pues estarán surtidos de comida para alimentar a los 210 niños que acuden cada miércoles.

Tras una publicación de DIAaDIA (11 de septiembre de 2009) en la que se dio a conocer la labor que realizan las personas que se congregan en el templo "Roca de Agua Viva" con el comedor infantil y sus múltiples limitantes, las autoridades llegaron con ayuda.

El Programa de Ayuda Nacional (PAN, -antiguo Fondo de Inversión Social-) donó, el martes pasado, 10 mil dólares en materiales de construcción, y se comprometió a entregar mensualmente 100 bolsas de comida, hasta diciembre próximo. Además, repartieron juguetes entre los niños presentes. Ese fue el punto de partida de las acciones de la nueva institución.

El beneplácito por la ayuda no demoró en ponerse en relieve. "¡Dios escuchó nuestras oraciones!", fue una de las primeras frases que expresó la pastora Cecilia de Chaverra, líder de los voluntarios, al ver el aporte. Parada sobre el último escalón del altar del templo, ese que lograron edificar a punta de esfuerzo, dirigía la oración que 40 de los niños que van en busca de alimentos le dedicaban a los funcionarios del PAN, como agradecimiento.

Casi a sus pies estaba la pequeña Magdalena, de tres años, vestida de rosa, sonriente, algo despeinada y más grande que la primera vez que estuvimos en el lugar. Ella sujetaba la muñeca que le habían dado, y parecía no creer que tantas cosas habían llegado.

"Dejad que los niños vengan a mí" es un comedor infantil fundado hace dos años, por "hermanos" que aunque carecen de suficientes recursos económicos, no han detenido su labor. Sólo en septiembre del año pasado, el número de niños que acudían llegaba a 150, ahora son 210.