El accidente se dio en la mañana de ayer, cuando por fortuna el conductor ya había dejado a los estudiantes en la escuela. Según él, otro auto “se le tiró”, lo que provocó que perdiera el control.
La consternación se apoderó de las personas cuando vieron que las chispas eléctricas salieron de inmediato; estas, afortunadamente, no lograron alcanzar al periodista Aquilino Ortega, quien reconoció que “milagrosamente estoy vivo”.