
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Hay más de mil personas damnificadas por las fuertes lluvias.Fotos: Leonardo Machuca.
Más de 30 mil residentes en Changuinola se vieron afectados por la falta de agua potable, un niño de 8 años ahogado y más de mil personas fueron evacuadas, producto de las lluvias y la crecida de los ríos Changuinola, Sixaola, Teribe, Cricamola y Guarumo, durante el fin de semana.
Muchos tuvieron que salir desde las 4:00 a.m. de ayer de sus casas, tras ser sorprendidos por la crecida de los ríos.
Un canal alimentado por las aguas de varias quebradas en el corregimiento de Las Tablas provocó la afectación de 38 viviendas, habitadas por 180 personas, en la barriada Las Brisas. A la gran cantidad de agua se sumaron las del río Sixaola, que amaneció ayer en 8.80 metros de profundidad, y los moradores tuvieron que abandonar sus viviendas e irse a las de sus familiares.
Otras 100 personas procedentes de la orilla del río Changuinola fueron albergadas en la escuela de Finca 67, pues la fuerte corriente amenazaba con arrasar unas 15 casas, de madera y zinc en su mayoría. Estas familias regresaron al mediodía de ayer a sus residencias, al bajar su cauce el río Changuinola.
También en el colegio de Finca 4 hubo otras cientos de familias, casi mil personas, que fueron llevadas como medida de prevención, pues sus casas situadas en Finca 1, 2 y 3 eran amenazadas por las corrientes del río Changuinola.
Hasta anoche permanecían 973 personas en albergues, de los mil 448 residentes que ingresaron a estos sitios preparados para atender a los afectados por las fuertes lluvias. Ezequiel Santos Serrano, panameño que vive y labora en las bananeras de Finca 96 en Costa Rica, dijo que otros dos mil istmeños fueron afectados por las inundaciones. Algunos panameños junto a sus amigos ticos permanecían sentados en plena carretera, soportando la lluvia y tapando a los niños con paraguas, cartones o cualquier objeto, pues no tenían dónde refugiarse.
Y mientras en Bocas no escampaba, en la provincia de Los Santos, cientos de familias resultaron afectadas el fin de semana luego que los fuertes vientos que azotaron la región, provocaran voladuras de techos y caída de árboles.
Las autoridades del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), encabezadas por el director general, Arturo Alvarado, ordenaron la apertura del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) para enfrentar la situación junto a directores de otras instituciones.