Pusieron todo su esfuerzo. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Perseveraron hasta triunfar. Luego de dos años de sacrificios, 47 estudiantes de la Escuela Taller Panamá, ubicada en el Casco Antiguo, se graduaron ayer.
Es la segunda vez que la escuela taller gradúa a hombres y mujeres que se especializan en albañilería, ebanistería y soldadura.
Dora Urriola comentó que es madre soltera y que una vez que se enteró de la oportunidad de aprender la aprovechó, porque sabía que era la única forma de garantizarle una mejor condición económica a su hija. Ella ahora es ebanista y trabaja con una empresa en Panamá Viejo, donde confecciona muebles que utilizan para diversos hoteles.
Mientras que Daniel Bonich dijo que antes de ingresar a la escuela trabajaba como empacador en un supermercado y que se inscribió porque quería progresar.
Ariel Espino, director de la Oficina del Casco Antiguo, comentó que los jóvenes que salen de la Escuela Taller son empleados en los distintos edificios de valor histórico. A los mejores alumnos los premiaron con certificados de herramientas.