Margarita espera gestos de solidaridad


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Para Margarita, lo más importante es la fe en Dios y sabe que con la ayuda de Él todo será posible. Fotos_ EVERGTON LEMON

  • Margarita espera gestos de solidaridad

    Para Margarita, lo más importante es la fe en Dios y sabe que con la ayuda de Él todo será posible. Fotos_ EVERGTON LEMON

  • Margarita espera gestos de solidaridad

    Margarita es la única persona que está a cargo de su hija.

  • Margarita espera gestos de solidaridad

    A la casa se le mete el agua cuando llueve fuerte.

  • Margarita espera gestos de solidaridad

    Esta casa corre el riesgo de que los árboles le caigan encima.

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    Para Margarita, lo más importante es la fe en Dios y sabe que con la ayuda de Él todo será posible. Fotos_ EVERGTON LEMON

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    Margarita es la única persona que está a cargo de su hija.

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    A la casa se le mete el agua cuando llueve fuerte.

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    Esta casa corre el riesgo de que los árboles le caigan encima.

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    Para Margarita, lo más importante es la fe en Dios y sabe que con la ayuda de Él todo será posible. Fotos_ EVERGTON LEMON

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    Margarita es la única persona que está a cargo de su hija.

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    A la casa se le mete el agua cuando llueve fuerte.

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    Esta casa corre el riesgo de que los árboles le caigan encima.

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    Para Margarita, lo más importante es la fe en Dios y sabe que con la ayuda de Él todo será posible. Fotos_ EVERGTON LEMON

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    Margarita es la única persona que está a cargo de su hija.

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    A la casa se le mete el agua cuando llueve fuerte.

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    Esta casa corre el riesgo de que los árboles le caigan encima.

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    Para Margarita, lo más importante es la fe en Dios y sabe que con la ayuda de Él todo será posible. Fotos_ EVERGTON LEMON

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    Margarita es la única persona que está a cargo de su hija.

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    A la casa se le mete el agua cuando llueve fuerte.

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    Esta casa corre el riesgo de que los árboles le caigan encima.

Leynis Cedeño - DIAaDIA

Solo quiero una ayudita. En el corregimiento Arnulfo Arias de San Miguelito, específicamente en el sector El Futuro N.°2, vive la señora Margarita Aparicio, quien a sus 64 años cuida a su hija Margarita Villalta, de 33 años, que sufrió un derrame hace un año.

Esta joven está en cama y no puede mover una mano y un brazo, además, tienen que tenerla amarrada para que no se caiga de la cama.

Esta madre, en medio de su pobreza, trata de tenerle los medicamentos al día a su hija, quien toma dos pastillas, una para la presión y otra para los nervios.

La hija de Margarita, cuando sufrió esta enfermedad, quedó que no podía comer; por tal motivo, los médicos le colocaron un tubo en el estómago para alimentarla, pero “gracias a Dios”, asegura su madre, que hoy día puede darle de comer, de lo poco que consigue, por este aparato.

Ella solo recibe la ayuda económica de una hermana, que cuando puede le compra pañales desechables y sus medicamentos, pero cuando esta no puede, la madre pide ayuda a los vecinos a ver si alguien le da un dólar para poder comer o comprar los medicamentos.

En medio de la tristeza, la madre de esta mujer cuenta que en los días fríos, cuando no tiene los pañales desechables para su hija, lo que hace es sacarle el algodón al usado y colocarle trapos. También detalló que le amarra el pañal improvisado para que no moje mucho el viejo colchón donde duerme.

Las dos Margarita necesitan alimentos, leche y pañales desechables para poder tener una vida más digna y poder afrentar los días de soledad en su vieja casa.

Esta madre solicita a los panameños un poco de caridad, ya que ella tiene que llevar a su hija al Hospital Santo Tomás para una cita y, aunque ya tiene un voluntario para llevarlas, no pueden salir de la casa, puesto que todas las escaleras y veredas por donde tienen que salir a la vía principal están dañadas, y debido a su condición se le hace difícil cargarla.

“Ya me he caído en dos ocasiones por esta escalera y tengo miedo morirme y dejar sola a mi hija en esa condición”, recalcó a DIAaDIA esta madre.

 
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