No tienen ni luz ni agua, pero lo que no les hace falta es el amor. Bredio Acevedo es un hombre de 51 años, que a pesar de que la vida le ha quitado a su papá y su trabajo, hoy vive para cuidar a su madre, Doña Guadalupe Pinto, de 86 años.

Viven desde hace 22 años en una humilde casa de madera, ubicada en Juan Díaz, frente al centro comercial de Los Pueblos, luego de llegar de Macaracas, de donde son oriundos.

Una guaricha les alumbra durante las noches, y sus vecinos son quienes en algunas ocasiones les ayudan brindándoles el agua.

La señora Guadalupe tiene otros 5 hijos que viven en la ciudad capital y que también la ayudan con la comida, pero por años sufrió, producto de las várices que tenía en las piernas, y que en un principio le dificultaron caminar, ahora le quedaron los residuos de ese malestar.

Esta humilde familia sigue adelante, a pesar de las adversidades de la vida, y Bredio con la intensión de seguir junto a su madre por muchos años más.