Uno de los enemigos número uno de los dormitorios son los hongos, los cuales se acumulan diariamente. Para disminuir su presencia, se debe:
Cambiar la ropa de cama una vez por semana, y si se puede con más frecuencia. Asolear la ropa de los armarios. Sacudir a diario los muebles de casa. No tener ropa sucia por mucho tiempo. Ventilar las recámaras.
|