Para la señora Leticia Gómez, madre de Josué, han sido años difíciles, pero el entusiasmo del pequeño la anima. (Foto: MIGUEL ÁNGEL CAVALLI / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
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Es todo un ejemplo. Josué Jones tiene 11 años y sufre de parálisis cerebral. Su madre, Leticia Gómez, contó que fue sietemesino y que unas complicaciones en el parto provocaron que Josué se quedara sin respiración por unos segundos al nacer. Ese oxígeno que le faltó le produjo daños en el área motora de su cuerpo.
Para Leticia han sido 11 años de difícil trayectoria, ya que tuvo que dejar de trabajar para dedicarse a su hijo al 100% y ayudarlo en las terapias físicas que recibe en el Instituto Nacional de Medicina Física y Rehabilitación, ubicado en la entrada de Cerro Patacón. Ella contó que tener un hijo discapacitado requiere de mucho compromiso y paciencia.
Josué no camina por si sólo, lo hace a través de una andadera.
Cuando lo abordamos realizaba unos ejercicios para la espalda, y lo que asombró es que al escuchar la historia suena a tristeza, pero al ver la sonrisa contagiosa del pequeño, todo cambia.
Josué está muy positivo, tanto así que no ha terminado de aprender a caminar y ya quiere correr. Relató que este año aprendió a escribir en su quinto grado de escolaridad y confesó que está poniendo mucha atención en las clases, porque cuando grande quiere ser doctor. Aclaró que lo logrará así como pudo subir por primera vez escalones durante la terapia.
Norma Ortiz, terapeuta del menor de edad, explicó que es un trabajo de mucha paciencia, sobre todo, cuando se trata de niños. Detalló que hay pequeños que llegan y no quieren hacer los ejercicios, pero los especialistas buscan la manera, por medio de juegos infantiles, para lograr que los realicen. Para el terapeuta Edgar Arosemena, es de mucha satisfacción el poder ayudar a cada niño que ingresa. Explicó que realizar los ejercicios con ellos es más complicado que con adultos, pero argumentó que todo está en la paciencia, y que en el lugar deben trabajar en conjunto padres con especialistas para mejores resultados.
EL OBJETIVO ES APOYAR
El doctor Marcos Salazar, director médico del Instituto, expresó que allí atienden desde niños con un día de vida hasta los 80 años con una alteración neuromusculoesquelética. Explicó que hay un promedio diario de 150 a 200 pacientes y que ingresan de 10 a 13 nuevos por semana.
Actualmente, el centro cuenta con terapeutas físicos, terapia ocupacional, fonoaudiólogos, fisiatras, neurólogos, médicos generales, psiquiatras y odontólogos.
Especificó que cuando ingresa un paciente es remitido al fisiatra, que es el que evalúa y luego dirige al paciente a la especialidad diagnosticada.
Confesó que el objetivo es que la persona que ingrese y familiares puedan encontrar todas las comodidades para afrontar más fácilmente la dura situación por la que están pasando.
PACIENTES
El doctor Salazar reveló que el 50% de pacientes son niños y el otro 50% adultos.