A los pasajeros les da pena que el bus en el que viajan se dañe.
Nicanor Alvarado
| DIAaDIA
Era mediodía y el bus que en esta ocasión habíamos abordado estaba como algunos panameño dirían: "hasta la zapatilla". Obreros de la construcción, mujeres, niños, jóvenes y hasta reporteros viajábamos en el colectivo, que tenía rotulado en sus parabrisas "Torrijos Carter- Tumba Muerto".
El calor era insoportable. Se observó que una joven, ante esta situación, no titubeó en sacar un cuaderno que en su portada tenía la imagen de Barbie, para echarse aire. "Se me olvidó que los mediodías los buses están bien llenos", comentó.
A su lado, en el pasillo, un hombre que, al parecer, no sabía cómo acomodarse, ya que tras él había otra persona, y entre ellos debía haber espacio para los que desearan bajarse o subirse al bus. El señor, que a través de su cara demostraba cansancio, intentaba no respaldarse sobre la joven que estaba a nuestro lado.
Mientras tanto, el bus seguía su rumbo y en algunas casetas, gente que levantaba su brazo en señal de parada, se quedaba en el camino.
Tras treinta y tres minutos de viaje, el transporte que DIAaDIA abordó llegó a la parada del Centro Comercial El Dorado; la última en el trayecto realizado en ese bus, pues se averió.
"Áyala peste, loco", dijo un señor desde los últimos asientos, mientras las demás personas se paraban, tras escuchar al conductor asegurar: "bájense y tomen otro bus".
Al paso salió otro ciudadano, aduciendo que el transportista sabía que eso ocurriría; sin embargo, se hizo el "chivo loco". En tanto, nuestra joven compañera de viaje nos manifestó la vergüenza que sentía: "qué pena, ¡ay no!", dijo, intentando taparse la cara con su cuaderno. Al bajarnos, el conductor dijo que el problema había sido la correa.
ALGO COMUN QUE CAUSA VERGüENZA Y MALESTAR
Conversamos con un transportista de la ruta de Ciudad Bolívar, que nos enumeró las causas comunes por las que los buses se dañan en las vías, entre ellas: fallo en la transmisión, la ruptura de las correas, desgaste y desinflo de llanta y falta de energía en la batería.
"Si el bus se daña en plena vía y va lleno perdemos unos cuarenta dólares", dijo.
Adujo que en ocasiones ha recibido ofensas de los usuarios, "que no entienden que no todas las veces es culpa nuestra".