La vida de una recién nacida pende de un hilo en la sala de cuidados intensivos del Hospital Rafael Estévez, todo a causa de una supuesta negligencia médica.

Familiares de la joven Yarisbeth Ledesma, residente en El Jagüito, en el Roble de Aguadulce, manifiestan que fue ingresada el 21 de julio en horas de la mañana por presentar síntomas de parto.

Una vez en la Sala de Urgencias recibió atención médica y se le hizo la prueba de espéculo, pero, según el galeno que la atendió, todavía le faltaba para entrar en labor.

La joven estaba programada para cesárea, por lo que ellos no entienden la medición. No fue sino hasta el jueves 23 de julio cuando el médico determinó pasarla al salón para practicarle la cesárea.

Al nacer, la bebçe presentaba síntomas de meconio espeso (tragado de heces fecales), lo que provocó que desarrollará un cuadro infeccioso en el estómago, por lo que de inmediato fue trasladada a la Sala de Neonatología, donde permanece bajo tratamiento con antibióticos.

Los familiares aseguran que si a la joven madre se le hubiese practicado la cesárea a tiempo, de seguro la niña estaría saludable.

Por su parte, el doctor Daniel Mendoza, director del hospital Rafael Estévez, dice que es cierto que a la paciente se le admitió el miércoles 21 de julio, según los expedientes. La misma no tenía ningún antecedente patológico.

Destacó que este es un caso incidental, pues después de un embarazo bien controlado de pronto se encuentra algo así. Dijo que se dan algunos casos similares, pero con la sintomatología se logran detectar a tiempo.

Aseguró que investigarán este caso, sim ebrago, por el momento no se puede precisar si se trata o no de negligencia médica.