
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La Divina misericordia es muy concurrida.
Solo deben aceptar a Dios en sus corazones.
Buscan refugio en la iglesia.
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La Divina misericordia es muy concurrida.
Solo deben aceptar a Dios en sus corazones.
Buscan refugio en la iglesia.
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La Divina misericordia es muy concurrida.
Solo deben aceptar a Dios en sus corazones.
Buscan refugio en la iglesia.
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La Divina misericordia es muy concurrida.
Solo deben aceptar a Dios en sus corazones.
Buscan refugio en la iglesia.
En la imposición de manos los religiosos oran por las personas.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La Divina misericordia es muy concurrida.
Solo deben aceptar a Dios en sus corazones.
Buscan refugio en la iglesia.
Es importante saber que en la mayoría de los casos, según constatan sacerdotes de la iglesia católica, no hay que recurrir al exorcismo, solo basta con una oración de liberación y que las personas decidan seguir los caminos de Dios para alejar esas energías y fuerzas negativas. Igualmente, otros casos están relacionados con trastornos mentales.
DIAaDIA comparte con usted el testimonio de un joven, quien estuvo inmerso en el mundo de la magia negra y que necesitó de una liberación para volver a tener una vida de paz con él, con el mundo y con Dios.
“Me refugié en eso”
“Me metí a esto desde que estaba en secundaria, ya casi saliendo de sexto año. Mi mamá no vivía conmigo en mi casa porque se fue desde que estaba pequeño y eso creó un vacío en mí”. Así, este joven, quien solicitó reserva de su identidad, inició su relato y es que él, por medio de un familiar, ingresó a la magia negra practicando distintos rituales. Primero, para pasar bien las materias de la escuela; luego por tratar de solucionar ciertos problemas que tuvo en su hogar con una madrastra y así, sucesivamente, hasta que, prácticamente, su vida estuvo dedicada a ello durante año y medio.
Cuando ingresó a la universidad, este joven conoció a quien sigue siendo su novia. “Ella es súper católica y siempre me hablaba de Dios. Me decía que esas cosas estaban mal”.
Tanto ha sido el amor de ella hacia él, que hasta lo acompañaba a los rituales por el simple hecho de vigilar que no hiciera una locura. “Ella hizo cosas que nunca pensé que, por quererme tanto, lo haría y pensé hasta que me iba a dejar, pero gracias a Dios siempre estuvo junto a mí”, aseveró.
La liberación que cambió su vida
Un buen día el chico estaba planeando rayarse para ser palero (ceremonia de la santería), pero siempre que lo iba a hacer algo pasaba y se cancelaba. Uno de esos días, (un miércoles) que justo iba a hacerlo, su novia y su papá se habían puesto de acuerdo para llevarlo a la misa de sanación que realizan cada miércoles en la iglesia Divina Misericordia. Después de asistir algunos miércoles pbtuvo la liberación.
“Mi liberación fue un día que abrí mi corazón de verdad al Señor y me arrepentí de mis pecados pidiéndole perdón por mi participación en lo oculto (magia negra). El Señor me tomó y me liberó por medio del padre David Cosca y desde ese momento pertenezco a la iglesia”.
Este joven asegura que está feliz y le da gracias a Dios por conocerlo y a “mi mamá María que siempre ha estado conmigo”. Da gracias también a todas aquellas personas que Dios puso en su vida para hacerlo salir de esa vida de oscuridad... “Me arrepiento mucho por todo lo que hice estando dentro de eso, pero Dios tuvo compasión de mí y misericordia, y cambié”.
Finalmente, aprovechó su testimonio para dar un consejo: “No es bueno buscar siempre lo fácil, porque la mayoría que busca ese tipo de magia negra es por protección, dinero y salud. Lo que no ven es que el demonio da uno y quita 10 veces lo que tenía. Hay que recordar que si Jesucristo, que es Dios hecho hombre, se sacrificó; nosotros que somos su simple creación, también nos debemos sacrificar”.