Para el médico psiquiatra y en medicina forense, Algis Torres, desde el punto de vista de salud mental, hay muchos profesionales que atribuyen todo al aspecto psíquico y medican a los pacientes.
Sin embargo, después de ingresar a la iglesia (Tabernáculo de la Fe), ha visto la diferencia de cuando alguien está posesionado o tiene un problema de salud mental.
Explicó que cuando hay problemas de salud mental, aunque ingrese a la iglesia el problema persiste (hay muchos que son neuróticos, histéricos, etc.), pero si él siente que no son problemas de salud mental, por lo que les dice a las personas que es mejor que vayan a la iglesia donde les hacen las liberaciones.
Una de las manifestaciones de una persona endemoniada son los movimientos tónico-clónicos, como si fuera convulsivo, expulsión de saliva y espuma por la boca, además agresivo, con una fuerza increíble. (Se dan cuenta que no es epiléptico, porque no se muerden la lengua). A diferencia de la persona con problemas mentales que tiene ideas, por ejemplo, de que la están correteando.
La gente endemoniada se pone agresiva, a hablar cosas contra Dios y no quiere entrar a la iglesia, pero cuando los liberan no lo dicen más; en cambio, los enfermos mentales, aunque les den medicamentos siguen expresándolo.
Antes, las personas también solían relacionar la epilepsia con la posesión demoniaca; sin embargo, Torres aseguró que cuando se hacen las sanaciones, se expulsan los demonios y la epilepsia no se cura.