Con Edwin, viajaban tres personas que resultaron con heridas y golpes en el cuerpo. (Foto: JAMES BRYAN/ ANAYANSI GAMEZ)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
Inquebrantable. Bajo una pertinaz llovizna, Rafael Serracín observaba cómo la Mitsubishi Nativa, color negro con placa 545888, que recién le había comprado a su hijo Edwin Serracín Araúz, de 20 años, quedó destruida al volcarse en un barranco en Arraiján.
El hombre pedía al Señor que le "ayudara a soportar todo", pues dentro de ese vehículo yacía el cuerpo inerte de su amado hijo.
Ayer, mientras oraba en el Templo Hosanna, Rafael recibió la llamaba que lo alertaba del accidente de su vástago.
Sin importar que el aguacero arreciaba, decía que su muchacho se ofreció a llevar a unos amigos para Arraiján. "Él no era quien los iba a traer, sino un primo", decía el entristecido padre, mientras sacaba fuerzas para no sucumbir ante la irreparable pérdida.
El accidente ocurrió a las 9: 00 a.m. de ayer, cuando Serracín perdió el control de su vehículo y se salió de la carretera Interamericana en la curva del Perico, próximo a la barriada 7 de septiembre.
Al lugar llegó también la abuela y el hermano del occiso, quienes abrazaron fuertemente a Rafael, pues no creían que ya Edwin no estaría más junto a ellos.
ESTUDIOSO
Edwin estaba en proceso de matricularse en la universidad, quería estudiar Tecnología.