
En la medida de sus posibilidades, intente cumplir con las necesidades diarias de lácteos, pues la salud a futuro de sus hijos se lo recompensará.
En la medida de sus posibilidades, intente cumplir con las necesidades diarias de lácteos, pues la salud a futuro de sus hijos se lo recompensará.
En la medida de sus posibilidades, intente cumplir con las necesidades diarias de lácteos, pues la salud a futuro de sus hijos se lo recompensará.
En la medida de sus posibilidades, intente cumplir con las necesidades diarias de lácteos, pues la salud a futuro de sus hijos se lo recompensará.
En la medida de sus posibilidades, intente cumplir con las necesidades diarias de lácteos, pues la salud a futuro de sus hijos se lo recompensará.
Este grupo de alimentos constituyen proteínas que contienen
todos los aminoácidos esenciales para el organismo.
Los productos lácteos son alimentos con proteínas de alto valor biológico, sumamente necesarias para el organismo. De ahí que haya que consumirlos a diario.
Los lácteos contienen calcio en forma de sal de fosfato, que es la forma en que el calcio se absorbe de manera más fácil, por lo que es esencial en las épocas de crecimiento, así como durante el embarazo y la lactancia, explica la Dra. Ruth Sarmiento, quien agrega que por esa misma razón, los lácteos son alimentos básicos en la infancia y adolescencia.
También son una fuente muy buena de vitamina A.
Durante la infancia y adolescencia, los huesos, además de crecer de forma longitudinal, tienen que formarse para tener una gran consistencia. Esto es lo que se llama la densidad mineral ósea, cuyo pico máximo se adquiere en las 2 a 3 primeras décadas de la vida. Entendemos, entonces, que el consumo de calcio en la niñez y en la adolescencia es sumamente importante, sobre todo en forma de lácteos, ya que en esta época de la vida la capacidad de asimilar el calcio es enorme y son años clave para tener un hueso de consistencia adecuada.
Hay que crear desde la infancia el hábito de consumir lácteos para que los niños tengan huesos de calidad.
LECHES
Entera: No se le retira ningún constituyente, ejemplo, la grasa. Contiene 3,5% de grasa, 8,5% de sólidos no grasos de la leche y 88% de agua.
Semidescremada: Su contenido graso se elimina de forma parcial, su sabor es menos intenso y su valor nutritivo disminuye.
Descremada: Mantiene todos los nutrientes de la leche entera excepto la grasa, el colesterol y las vitaminas liposolubles. Muchas marcas comerciales les añaden dichas vitaminas para compensar las pérdidas.