
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
La última competencia de Saladino fue en Mónaco. Foto Archivo
Y lo mismo podría decirse de Irving Saladino en Beijing 2008.
Este año, en la lista de participantes del evento de salto largo de los Juegos aparecen nombres de atletas que han hecho registros importantes, como el australiano Mitchell Watt o el británico Greg Rutherford (poseedor de la mejor marca anual con 8.35), pero nadie puede jactarse de acaparar todas las miradas.
Bajo el actual escenario, ¿podrá el C-3 revalidar su título olímpico?
Si nos basamos en las estadísticas, el colonense tendría escasas posibilidades de volver a reinar en la cita deportiva por excelencia, porque de 23 campeones olímpicos del salto largo, solo uno ha podido revalidar el oro de manera consecutiva: Carl Lewis --un fenómeno, y a nuestro criterio, el mejor de todas las épocas--.
La historia, como vemos, juega en contra del colonense, y también las circunstancias actuales, ya que --según su entrenador Florencio Aguilar-- este aún tiene molestias físicas.
Este 2012, el panameño es una verdadera incógnita, aunque su aceptable presentación en Mónaco, donde ejecutó un brinco de 8.16, ha revivido la esperanza de que, al menos, suba al podio. Y eso sería heroico.
Es posible también que en la capital inglesa el colonense logre emular a excampeones olímpicos de la especialidad, como el estadounidense Ralph Harold Boston, presea de oro en Roma 1960, y, posteriormente, plata en Tokio 1964 y bronce en México 1968. Esto, claro está, sería aceptable y hasta plausible.
Aunque, en las últimas tres citas olímpicas (Sídney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008), ninguno de los campeones ha podido subirse al podio cuatro años después. El cubano Iván Pedroso, por ejemplo, ni siquiera pudo atrapar la de bronce en Atenas, tras consagrarse en Sídney. Igual le ocurrió al bicampeón mundial norteamericano Dwight Phillips en Beijing, China.
¿Habrá una nueva hazaña? Dicho lo anterior, de repetir Saladino la presea dorada en Londres, le daría, sin lugar a dudas, una bofetada casi inesperada a la historia, pero el panorama pinta difícil, y habría que ver si él está en capacidad --física y mental-- de sacar la casta de campeón que lo llevó a reinar en el Mundial de Osaka 2007.