¡Milagro! Esa es la única palabra con la que se puede resumir lo que le ocurrió a los 297 pasajeros y doce tripulantes que viajaban a bordo del avión de Air France incendiado cuando aterrizaba en el aeropuerto de Toronto, y que fueron rescatados sin sufrir un rasguño.

Según la información de las agencias de prensa, tan sólo 14 de ellos resultaron heridos levemente, según confirmó el portavoz de la Dirección de Aeropuertos de Toronto, Steve Shaw. Todo apunta a que el avión se salió de la pista debido al mal tiempo.

El aparato, un Airbus 340 de Air France procedente de París, se salió de la pista derrapó hasta chocar contra un terraplén, antes de arder en llamas. Todo indica que el accidente se dio debido a la fuerte tormenta de ayer.

Los pasajeros salieron por su propio pie por las rampas de emergencias y varios fueron trasladados a hospitales de la zona, debido a heridos y a ataques de nervios. Uno de los pasajeros que salieron con vida del aparato, Roel Bramer aseguró haber visto un rayo poco antes del siniestro. "En cuanto la nave derrapó, se fueron las luces", afirmó y describió el siniestro como "una montaña rusa".

El mayor accidente de aviación registrado en Norteamérica en los últimos años ocurrió el 21 de noviembre de 2001, cuando el vuelo 587 de American Airlines que se dirigía a la República Dominicana perdió parte de la cola y se desplomó sobre un barrio de Nueva York, cobrando la vida de 265 personas. El aeropuerto de Toronto es el más importante de Canadá.