Los hombres viven desesperados por señales, es por eso que un buen día bajó una carta directamente desde el cielo que decía así: "Tú, que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente, lleno de dones y talentos. Cuenta tus dones y talentos. Entusiásmate con ellos. Reconócete, encuéntrate, acéptate, anímate. Y piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu vida para bien, si te lo propones y te llenas de entusiasmo. Y sobre todo, si te das cuenta de la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo.
Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No te lamentes nunca. No te quejes. No te atormentes. No te deprimas. ¿Cómo puedes temer, si eres mi milagro? Estás dotado de poderes desconocidos para todas las criaturas del universo. Eres único. Nadie es igual a ti. Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante hasta el fin. Simplemente, porque eres libre. En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice perfecto para que aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas con tonterías.
Te di el poder de pensar, te di el poder de amar, de poder determinar, de reír... Te di el dominio de elegir tu propio destino usando tu voluntad. ¿Qué has hecho de estas tremendas fuerzas que te di? No importa.
De hoy en más, olvida tu pasado, usando sabiamente ese poder de elección.
Yo estoy a tu lado siempre. Llámame, búscame, acuérdate de mí. No te olvides que eres mi milagro... Con todo cariño, DIOS.
|