Estar pendiente del cuidado del cuerpo es importante, sobre todo en las personas con diabetes. Seguir una rutina como la que le presentaremos a continuación lo salvará de serias complicaciones:
Revise sus pies diariamente para ver si tienen rasguños, llagas o ampollas. Si le resulta difícil revisar sus pies, coloque un espejo en el suelo y mire la imagen reflejada. De notar cualquier anomalía acuda al médico, incluso, si sólo es dolor en los pies, frío o una apariencia brillosa en la piel. Esté pendiente de los cambios de color o grosor en sus uñas. Dígale a su médico que revise sus pies por lo menos una vez al año.
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