Luego de dar su vida por los suyos, de traer al mundo a cinco hijos y verlos crecer y convertidos en unos profesionales, hoy es sólo un recuerdo, al menos así se siente. Por eso, esta madre y abuela, escribió a los suyos así: Queridos hijos y nietos:
Estoy muy contenta en la nueva residencia donde me pusieron (como ustedes la llaman, ya que yo la conozco como "Geriátrico"). Esta semana, al fin pudimos ir afuera por una hora, después de varios meses de no ver ni la luz.
No me he sentido muy bien esta semana, por mis enfermedades, me siguen doliendo las manos y los huesos, ya saben que nunca me cuidé y planché mucho en mi juventud.
Mi amiga, la señora con la que ustedes me pusieron y quien dormía al lado, murió hace dos días, sin embargo, estoy sintiéndome muy bien a pesar de la pena.
Han pasado dos años desde su última visita, supongo que todos están ocupados y que de todas maneras me tendrán en su corazón, o al menos por ratos pensarán en mí, como yo pienso en ustedes.
Está bien, no importa, ahora que he aprendido a usar la Internet durante este tiempo, me tomé la molestia de escribirles, con la esperanza de que alguna vez les llegue este mensaje, ya que a ustedes les gusta mucho manejar la computadora y perder mucho tiempo en Internet, así que no dudo que al pasar esta carta, como una cadena, algún día llegará a sus manos y sabrán que estoy bien y recuerden cómo soy. Les estoy enviando una foto mía, que recién me saqué para ustedes. Sólo quiero decirles que los extraño mucho.
Con amor, La Abuela.
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