La gran cantidad de pasos clandestinos y la falta de presencia policial mantienen atemorizados a los moradores del sector fronterizo de Paso Canoa, ya que los caminos son utilizados para actividades del narcotráfico y ejecuciones de personas.
Estos hechos se registran con mayor frecuencia en Jacú, Celmira, Aserrío, Paso Canoa y Los Arenales.
Iván Caballero, edil del corregimiento fronterizo de Aserrío, explicó que se trata de áreas de difícil acceso, puesto que existen más de 40 pasos clandestinos y la Policía realiza el patrullaje correspondiente, pero no pueden cubrir toda el área.