Walter Jaffet tiene una alimentación normal. Él no se despega de su biberón. (Foto: ALBIN GARCÍA / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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El que persevera alcanza. Un vivo ejemplo de este refrán es Eneida Marín y su esposo Walter Pérez, quienes la noche del domingo, a las 8:00 p.m., emprendieron un viaje de ocho horas, con su hijo Walter, de siete meses, desde Progreso, en Puerto Armuelles, Chiriquí, hasta la capital.
Ese viaje era de vida o muerte, pues el propósito era pedir ayuda para su bebé, quien necesita una operación de corazón abierto que no se realiza en Panamá.
Hospedada en un hotel de la localidad, Eneida, de 17 años, cargaba al pequeño en brazos, mientras explicaba que Walter Jaffet nació el 16 de diciembre, y después de dos meses empezó a presentar problemas para respirar. "Luego de varios análisis, los médicos diagnosticaron que Walter Jaffet sufre de cardiopatía congénita y necesita someterse a una operación de corazón abierto que en Panamá no se hace".
Durante siete meses, los padres de Walter pasaron días de angustia al ver que las posibilidades de vida de su promogénito, cada vez eran más remotas, por lo costoso de la operación. El padre del niño estudia Banca y Finanzas, pero tuvo que dejar los estudios por el problema de salud de su hijo, y no tiene trabajo. Eneida no pudo entrar a la universidad y se dedicó por entero a su hijo. Tampoco trabaja.
El único sustento del hogar es la madre de Eneida, Norma Isabel Beteta, con quien viven y quien les proporciona los alimentos y las medicinas que necesita el bebé.
Ella labora en los Correos Nacionales de Progreso, pero teme que la despidan con el cambio de Gobierno.
Eneida recordó que cada vez que Walter Jaffet se siente mal, empieza a llorar sin parar y necesita estar bajo monitoreo constante.
Ambos esposos manifestaron que sólo piden a Dios y a los galenos que puedan aliviar el sufrimiento de su hijo para que sea un niño saludable.
Ayer, a través de las pantallas de Canal 13, la desesperada familia expuso su caso y su súplica fue escuchada. Ahora el pequeño recibirá ayuda económica por parte del Ejecutivo para que pueda viajar al extranjero y ser sometido a la operación en Colombia o Estados Unidos. El costo de la intervención oscila entre los 70 mil y 80 mil dólares.
En tanto, el padre del menor de edad, aseguró que está feliz de la ayuda que recibieron, y que la idea de pedir ayuda fue algo que nació en un intento desesperado por hacer algo por la vida de su hijo.
Ahora la familia Pérez Marín pone sus esperanzas en Dios de que todo saldrá bien.
SEGUIMIENTO
Ayer, Walter Jaffet estaba como todo niño, con deseos de que sus padres lo estuvieran mimando.