Los machos no castrados son los más propensos a contagiarse. Las continuas peleas con otros gatos por querer marcar el territorio y por tratar de conseguir a las hembras en celo, los convierten en los principales portadores del virus. La mayor incidencia se presenta entre los cinco y los diez años de edad del gato y es mayor en los mestizos que en los de raza pura.No existe vacuna para que no se contagien, así que hay que evitar que los felinos estén con otros gatos si no se sabe su procedencia.
Lo mejor, si tiene una gata, es esterilizarla, para que no entren en enfrentamiento con los machos y que no se den contagios.
Solo puede cruzarla si usted sabe la procedencia de la pareja de su felino y si está sano.