
La molienda, como también se le conoce, funciona a través del caballo que, vendado y amarrado a un palo, da vuelta alrededor del trapiche, que está constituido por una fuerte base de cuatro postes de madera gruesos y resistentes, llamados madrinas, que sostienen los durmientes que, a su vez, soportan los bolos o cilindros, explica la folclorista Norma de Testa en su libro “Costumbres y tradiciones tableñas”. Luego de extraer el jugo, en una hornilla de barro se coloca la paila o caldera grande donde se cocina el guarapo para convertirlo en miel.
Este proceso de cocimiento del guarapo dura varias horas y luego se echa en un cántaro la miel para endulzar las bebidas.
Después de cocinada la miel se vierte en moldes y se deja enfriar para formar la raspadura o panela.