La vigorexia es un trastorno que se puede tratar, posee un tratamiento que en su aplicación es difícil, pero puede llegar a ser productivo. La terapia que se emplea para tratar la vigorexia es la psicológica. El objetivo específico de este tratamiento psicológico es tratar de modificar la conducta del paciente, hacer que recupere su autoestima y sea capaz de superar el miedo al fracaso.
Hay que tener en cuenta que la práctica deportiva es recomendada en todos los casos, el único factor que debe tener presente es que la afición no se vuelva adictiva. Como de la afición a la adicción hay una línea tenue, sólo hay que ser prudente para prevenirla.
Hay que tener claro que la vigorexia hará su aparición, cuando ciertas alteraciones bioquímicas a nivel del cerebro aparezcan. Una consideración es que este trastorno está relacionado con la aceptación social, el culto al cuerpo y la obsesión de alcanzar la perfección absoluta.
En fin, se puede decir que esta "enfermedad" ha nacido por los estereotipos de la moda actual.
El mejor tratamiento para la vigorexia consiste en:
Tener una buena autoestima. Aceptar su cuerpo tal cual es. Evitar la influencia de los estereotipos. Practicar actividad física con moderación. Recordar siempre que su salud es más importante que la belleza de su cuerpo.
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