Vacío y tristeza causó la muerte del pequeño Jony Enrique Llerena Frías, de 9 años, que murió electrocutado al pisar un alambre de electricidad que se había caído de su casa en Nuevo San Juan.

Jony cursaba el I grado y disfrutaba sus vacaciones. Corría por el patio de su casa, pero no tenía ropa y estaba descalzo, lo que provocó que la descarga eléctrica le afectara aún más.

Luz Frías, su madre, dijo que escucharon un grito y era que estaba pegado al alambre, que venía de la casa de su hermana, que le regalaba energía eléctrica. Su hermano, Anselmo Llerena, lo soltó del alambre, pero camino a la policlínica lo vio morir.