Yo sí lo admito, ¡detesto al PRD! Aquí he escrito que considero a Atenógenes Rodríguez lo mejor que hay –en este momento- como anchor masculino de noticias, sin embargo no entiendo qué le pasó el lunes cuando resbaló en uno de esos errores periodísticos de novatos que quieren protagonismo. Esa mañana invitaron a la señora Balbina Herrera y, en vez de entrevistarla, la atacaron. Él y Vivian Pineda perdieron ese balance indispensable cuando se está al frente de un noticiario. Ambos, como si fueran 'locos' en vez de cuestionar los planteamientos de la señora Herrera, lo que hacían era defender las acciones del señor Martinelli en una posición totalmente anti-periodística. Sumado a ello y sin avisarle a Herrera, trataron de llevarla a un 'dime que te diré' con la señora Calcagno (al teléfono), al punto que ella se levantó del set. ¡Y después utilizaron esas imágenes para promocionar sus otras ediciones! Eso que hicieron los periodistas no es profesional. Esto no se le hace a un invitado. De Vivian Pineda puedo entenderlo porque ella varias veces ha metido la pata hasta el fondo, ya que no ha aprendido o no le han dicho que el papel de un 'anchor' es presentar las noticias sin opinar; pero de Atenógenes es imperdonable porque por muy adversario que uno sea de una propuesta, en ese momento son la cara noticiosa de esa pantalla y tomar posición disfrazándola de periodismo incisivo es terrible. Hace perder toda credibilidad, balance informativo y confianza. Al invitado, sea quién sea, se le respeta, se le hacen las preguntas que corresponden, no se emite ni comentario que deje dudas de su objetividad, o movimiento corporal que hable más que su boca. ¡Fue decepcionante!
Cuando se produce un programa deportivo para televisión, éste tiene que incluir además de producción, buenos videos, audios y narrativa; el complemento emoción. Esa emoción tiene que ser casi como un contagio para el que está sintonizándolo. La audiencia tiene, desde su sofá, que transportarse al estadio donde se desarrolla el partido, a la pista donde corre el auto o a la piscina donde se nada. Cuando no logra eso, es porque ni el programa ni el presentador transmiten nada. Son un témpano de hielo. Y es eso precisamente, frialdad, lo que sentí viendo el programa 'Todo en Deportes' de SERTV. Pablo Bustamante -que ha pasado por varias cadenas comerciales- y que sabe cómo se hace un segmento deportivo ágil, aquí transmite ganas de cambiarle. No invita a verlo. Es como un robot que no transmite esa emoción indispensable en un show de deportes. Urge meterle mano a ese espacio. No tiene producción ni nada. Se ve pobre y siendo del canal más importante, no tienen excusas.
Con todo y que es una producción de medio real, barata y fea, Poveda Show Jo!, es el programa No. 1 de humor. Sus sketches sobre 'Muévelo' son sensacionales. Es más, Muévelo está tan monótono que el 'Muévelo de Poveda' genera más y mejores comentarios. En un formato tan difícil como el de los chistes y que cae en lo mismo semana a semana, ellos son creativos. ¡Pero cuidado!, para hacer reír no hay necesidad de llegar a la vulgaridad ni chabacanería, como les ha pasado... ¡no abusen! Ojalá esto sí se lo tomen en serio.
