Vivian Reyes apenas empezaba a disfrutar de la vida cuando un accidente se la arrancó en un instante. Esta niña apenas tenía un año y siete meses cuando, en medio de su inocencia y su agilidad, salió de su casa ubicada en el sector 8 de Diciembre, en Las Garzas de Pacora, a coger los nances que había en el suelo para comérselos, pero sin saber, caminó sobre dos pedazos de hojas de zinc que cubrían un pozo de la casa de los vecinos.

Cuatro metros al fondo cayó sin que nadie se diera cuenta, y es que quizás, mientras ella agonizaba, su madre, Felicia Mariano la buscaba desesperada.

A los pocos minutos se dio el macabro hallazgo, Vivian fue la tercera víctima que en menos de seis años ha muerto por caer en pozos brocales en el área, esto debido al problema de falta de agua que siempre han padecido.

El momento fue propicio para que los residentes denunciaran que el agua sólo les llega mediante un camión cisterna que pasa una vez por semana. Mientras tanto, tienen que abastecerse de los pozos brocales que construyen en los patios de las casas o de dos comunales que también construyeron. En el verano, éstos se secan y no hay ni para tomar.

Ellos tienen tuberías instaladas, pero es por el gusto, porque no hay agua.

ESCASOS RECURSOS

Una humilde vivienda es donde vive la famillia Reyes Mariano. Allí, el único que trabaja es el padre de la niña fallecida, Seferino Reyes, quien es guardia de seguridad y no cuenta con el dinero suficiente para hacerse cargo de los gastos funerarios. Al menos otro hijo le queda vivo.

Muy conmovida, Micaela Séptimo, tía de Vivian, aseguró que la muerte de la pequeña no fue un descuido de la madre, pues ella siempre ha estado pendiente de sus pequeños.