¡Hasta cuándo! Estas fotos representan los diferentes peligros a los que se exponen las personas que deben atravesar el río Barrero Grande, en Veraguas. Fieles testigos de las vicisitudes que deben experimentar diariamente son los residentes del corregimiento de Chitrá, distrito de Calobre.

Ayer, María Esperanza Lorenzo viajó desde Veraguas a la capital para dar a conocer las peripecias que tienen que realizar estos panameños, para salir de sus poblados a hacer algunas diligencias, trasladar los productos agrícolas para mercadearlos en la cabecera del distrito, o movilizarse en busca de ayuda médica.

De acuerdo con Lorenzo, en una ocasión su nieta se atrevió a cruzar el río a caballo, pero a mitad del río, la silla que llevaba el cuadrúpedo se desprendió debido a la fuerza de la corriente.

Milagrosamente, hubo quienes lograron rescatar a esta pequeña. Ellos se preguntan, ¿cuándo se acabará esta pesadilla?

Pero eso no es todo, pues hace poco un niño, que fue mordido por una serpiente, le tocó esperar a que bajara la corriente para continuar en la búsqueda de ayuda médica. Por suerte, aquel niño también logró salvarse.

La quejosa informó que tiene conocimiento de que durante la administración de la presidenta Mireya Moscoso, se entregó un capital semilla para la construcción del puente en este tramo; sin embargo, desconoce adónde fue a parar ese dinero.

Hay algunos transportistas que fueron solidarios con la falta de un puente, se las ingeniaron y le colocaron a sus autos "un snorkel" para no dejar de prestar el servicio.

PASAN PARAMOS

Hay religiosas que atienden y visitan las comunidades al otro lado del río , a veces deben esperar hasta tres y más horas para que baje la creciente y así seguir su camino.

Las condiciones de la calle hacia estos poblados es deplorable.