Londres/EFE. ¡Bárbaro! Mo Farah, un atleta británico nacido hace 29 años en Somalia, instauró una nueva dinastía en el fondo mundial arrebatando el cetro olímpico de los 10,000 al etíope Kenenisa Bekele, que aspiraba a ser el primero en ganar tres títulos consecutivos y no ha podido, siquiera, subir al podio.
Un atleta blanco, el estadounidense Galen Rupp, contribuyó también, con su medalla de plata, a escenificar el relevo en la prueba más larga sobre la pista, de forma que la familia Bekele hubo de contentarse con el bronce de Kenenisa. Desde hoy, Farah es ya el número uno mundial, y ahora le queda rematar en 5,000.