Parece mentira. Una y otra vez se dan inundaciones en diversos sectores del país; sin embargo, los panameños aún no asimilamos una realidad: mientras más basura se tire a los ríos, quebradas, alcantarillados pluviales o en las zanjas de barrios y barriadas, más peligro de inundación habrá en cada comunidad. Eso no toca sólo al vecino más lejano, también toca a cada uno de nosotros. Es como el SIDA, nadie le prestó mucha atención hasta tanto no tocó a un familiar o a un amigo. Hoy es una epidemia mundial, de la que Panamá no escapa. Con la basura ocurre otro tanto, pero así como muchos siguen teniendo relaciones sexuales sin protección, de la misma manera miles de irresponsables tiran la basura y hasta electrodomésticos en zanjas y quebradas, sin pensar que ellos mismos pueden ser las próximas víctimas de su desidia.