Fue enviada por Dios. Después de quedar sin trabajo, la profesora Vera Herrera, de 44 años, llegó a tocar las puertas del Hogar San José de Malambo con la esperanza de hacer su labor social como ecologista.

La recibió Sor Lourdes y al entrar en conversación, Vera preguntó si había plaza de trabajo, a lo que le respondieron: "fuiste enviada por el Señor".

Fue en el año de 1998, faltaban tres días para iniciar el periodo escolar y no había profesora de Educación para el Hogar, por lo que ella tomó el trabajo y hasta la fecha le va de lo mejor.

Imparte clases de tecnología-que incluye Educación para el Hogar y Agropecuaria-a los niños y niñas del Hogar.

Su experiencia en el lugar le ha cambiado un poco su manera de pensar y ver la vida; es más solidaria y siempre muestra mucho afecto a los niños.

Antes de ingresar en el Hogar San José de Malambo, Vera trabajó como secretaria administrativa en el Mercado de Mariscos del Municipio de Panamá y ejerció como docente en un colegio bilingüe de Vista Alegre.

Destacó que la diferencia es que en el Hogar el estudiante valora mucho más el recurso humano y las herramientas de trabajo que le ofrecen; mientras que en la escuela particular hay mayor disposición económica para los jóvenes.

En el Hogar armoniza con la naturaleza, tiene paz interior, ya que siente que como ser humano está aplicando sus conocimientos a beneficio de una labor loable.

"Muchas veces pensamos que lo tenemos todo resuelto en nuestra vida, pero cuando nos enfrentamos a situaciones como éstas, nos damos cuenta que hemos desperdiciado parte de nuestra vida y no hemos sido conformes", dijo.

Su meta es proyectarse "comunitariamente" con la institución a beneficio de los más necesitados y lograr estabilizar la autogestión del Hogar. Para ello, está trabajando en la sustentación de un proyecto agropecuario con la Fundación Natura.

SIN PLATA

Vera aseguró que hasta la fecha no ha recibido su salario desde marzo; sin embargo, no hay nada mejor que servir a Dios.