La Madonna se está pasando de la raya. Con su gira Confessions se está llevando todo lo que se le pare por delante.

Esta semana ha sido blanco de muchas críticas por parte de la iglesia; pero, al parecer, a ella no le importan tales críticas, porque la muy "lisa" sin pepitas en la lengua invitó al Papa Benedicto XVI, para que asista hoy al estadio Olímpico de Roma, donde tiene su megaconcierto.

"Al Papa le gustaría el espectáculo y aplaudiría a Madonna", dejó saber por medio de su portavoz Liz Rosenberg, según informó ayer el diario italiano La República. De esta forma, la cantante reaccionó a la crítica del Vaticano por su representación de la canción Live to Tell, en la que se cuelga de una imponente cruz con una corona de espinas en la cabeza. "Benedicto debería ver con sus propios ojos la fuerza expresiva, la belleza y la humanidad de Madonna en la actuación", afirmó el portavoz.

A todo esto, la Iglesia Ortodoxa Rusa pidió a sus fieles que boicoteen el concierto que ofrecerá Madonna en Moscú el próximo 11 de septiembre, dentro de la gira mundial de presentación de su último disco, Confessions on a Dance Floor. La artista está en Roma, acompañada de su familia, y permanecerá en un lujoso hotel bajo la atenta mirada de 35 guardaespaldas.