Tener un perro en el hogar reduce el riesgo de que un niño desarrolle alergias, según manifestaron investigadores alemanes.
El hallazgo, basado en un estudio de seis años de duración en nueve mil pequeños, respalda la teoría de que crecer con una mascota entrena al sistema inmune humano para ser menos sensible a posibles disparadores de condiciones alérgicas como el asma, el eccema y la fiebre del heno.
Según Rodrigo Urrutia, alergólogo panameño, este informe puede basarse en la terapia de reforzamiento en la que las personas alérgicas son expuestas en pequeñas dosis de su factor alérgico (polen, polvo, pelos, etc.) para reforzar su inmunidad y provocar mayor tolerancia.
Estas afirmaciones puede responder al porqué los pequeños se benefician con la exposición temprana a los gérmenes que los animales diseminan por la casa, lo cual ayudaría al desarrollo de sus sistemas inmunológico.
"Nuestros resultados muestran claramente que la presencia de un perro en el hogar durante la infancia de los sujetos está relacionada con un nivel mucho menor de sensibilidad al polen y a los alérgenos inhalables, " dijo Joachim Heinrich, del Centro Nacional de Investigación en Salud Ambiental de Munich.
Cabe resalta que no se observó el mismo efecto protector en los niños que tenían contacto frecuente con perros, pero que no vivían con ellos.
El análisis de Heinrich, en cambio, fue diseñado antes de que se recolectaran los datos. Los expertos consideran que estos estudios prospectivos generan resultados más confiables. En estudios anteriores se estableció la empatía con algunas especies específicas de perro como el caso de los chihuahuas, pero nada específico.
Los padres de los niños analizados respondieron cuestionarios detallados sobre posibles síntomas alérgicos de sus hijos, desde el nacimiento hasta los 6 años, y los expertos tomaron muestras de sangre en un tercio del grupo, para evaluar los anticuerpos a alérgenos comunes, en todos los casos los resultados fueron positivos en los niños que vivían con perros en casa.